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pero tampoco las rebaja, ni se complace jams en contradecir su propia
opinión. Tal es el amigo.
Captulo trigsimo
De la veracidad
La veracidad es el medio entre el disimulo y la jactancia. Sólo afecta a
las palabras, y no indistintamente a todas. El jactancioso es el que finge y
se alaba de tener ms de lo que tiene o de saber lo que no sabe. El hombre
disimulado es lo contrario; porque el que disimula finge tener menos que
tiene, niega saber lo que sabe, oculta lo que sabe. El hombre verdico no
hace ni lo uno, ni lo otro. No fingir tener ms ni menos de lo que tiene,
sino que dir francamente lo que tiene, as como dir lo que sabe.
Que sean stas o no verdaderas Virtudes, es una cuestión distinta,
pero es evidente que hay trminos medios en los caracteres que acabamos
de bosquejar, puesto que cuando se guardan y se respetan estos lmites en
la conducta, merece elogios el que as lo hace.
Captulo trigsimo primero
De la justicia
Rstanos ahora hablar de la justicia y explicar lo que es, en qu
individuos se encuentra y a qu objeto se aplica.
Ante todo, si estudiamos la naturaleza misma de lo justo,
reconoceremos que es de dos clases. La primera es lo justo, segn la ley, y
en este sentido se llaman justas las cosas que la ley ordena. La ley
prescribe, por ejemplo, actos de valor, actos de prudencia y, en general,
todas las acciones que reciben su denominación conforme a las virtudes que
las inspiran. Por esta razón se dice tambin, hablando de la justicia, que es
una especie de virtud completa. En efecto, si los actos que la ley ordena son
actos justos y la ley sólo ordena los actos que son conformes con todas las
diferentes virtudes, se sigue de aqu que el hombre que observa
escrupulosamente la ley y que ejecuta las cosas justas que ella consagra es
completamente virtuoso. Por consiguiente, repito que el hombre justo y la
justicia se nos presentan como una especie de virtud perfecta. He aqu una
primera especie de justicia, que consiste en los actos, y que se aplica a, las
cosas que acabamos de referir.
Pero no es esto, por completo, lo justo ni toda la justicia que
buscamos. En todos los actos de justicia, comprendidos tal como la ley los
comprende, el individuo que los realiza puede ser justo exclusivamente para
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Psikolibro La gran moral Aristóteles
s mismo y frente a frente de s mismo, puesto que el prudente, el valiente,
el templado sólo tienen estas virtudes para s y no salen de s mismos. Pero
lo justo que se refiere a otro es muy diferente de lo justo tal como resulta
de la ley, porque no es posible que el justo, que lo es relativamente a los
dems, sea justo para s sólo. He aqu, precisamente, lo justo y la justicia
que queremos conocer y que se aplican a los actos que acabamos de
indicar. Lo justo que lo es relativamente a los dems, es, para decirlo en
una sola palabra, la equidad, la igualdad; y lo injusto es la desigualdad.
Cuando uno se atribuya s mismo una parte de bien ms grande o una parte
menos grande de mal, hay iniquidad, hay desigualdad; y entonces creen los
dems que aqul ha cometido y que ellos han sufrido una injusticia. Si la
injusticia consiste en la desigualdad, es una consecuencia necesaria que la
justicia y lo justo consistan en la igualdad perfecta en los contratos. Otra
consecuencia es que la justicia es un medio entre el exceso y el defecto,
entre lo demasiado y lo demasiado poco. El que comete la injusticia tiene,
gracias a la injusticia misma, mas de lo que debe tener; y el que la sufre,
por lo mismo que la sufre, tiene menos de lo que debe tener.
El hombre justo es el que ocupa el medio entre estos extremos. El
medio o, lo que es lo mismo, la mitad, es igual; de tal manera que lo igual
entre lo ms y lo menos es lo justo, y el hombre justo es el que en sus
relaciones con los dems sólo aspira a la igualdad. La igualdad supone, por
lo menos, dos trminos. La igualdad, en tanto que es relativa a los dems,
es lo justo, y el hombre verdaderamente justo es el que acabo de describir
y que no quiere ms que la igualdad.
Consistiendo la justicia en lo justo, en lo igual y en un cierto medio, lo
justo sólo puede ser lo justo entre ciertos seres, lo igual no puede ser igual
sino para ciertas cosas, y el medio sólo puede ser el medio tambin entre
ciertas cosas. De aqu se deduce que la justicia y lo justo son relativos a
ciertos seres y a ciertas cosas. Adems, siendo lo justo lo igual, lo igual
proporcional o la igualdad y proporcional ser tambin lo justo. Una
proporción exige, por lo menos, cuatro trminos, y, para formularla, es
preciso decir, por ejemplo: A es a B como C es a D. Otro ejemplo de
proporción: el que posee mucho debe contribuir con mucho a la masa
comn, y el que posee poco debe contribuir con poco. Recprocamente,
resulta una proporción igual diciendo que el que ha trabajado mucho, reciba [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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